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Macri convocó al peronista Miguel Pichetto como candidato a vicepresidente
El oficialismo busca así mostrar amplitud en su pelea contra el kirchnerismo y una respuesta ante el acuerdo de Massa con Fernández-Fernández. Miguel Angel Pichetto: “Mauricio Macri va a ser reelegido porque la Argentina no va a volver para atrás”
En una serie de twits, el presidente Macri dijo: "Necesitaremos construir acuerdos con mucha generosidad y patriotismo donde todos los argentinos que compartan estos valores aporten desde su lugar. Por todo esto quiero anunciarles que Miguel Ángel Pichetto me acompañará como candidato a vicepresidente de la Nación".
Y agregó: "Es un hombre de Estado, que con el correr de los difíciles años de gobierno supe conocer y respetar por su compromiso con la Patria y las instituciones.
Miguel Ángel Pichetto será el compañero de fórmula de Mauricio Macri.
Macri se reunió innumerables veces en el año con Miguel Ángel Pichetto. Ya se han publicado los profusos elogios que el Presidente le dedica al inoxidable senador peronista. Con un eje fundamental: defiende al Gobierno mejor que varios de los propios.
Y no solo en la esgrima cotidiana, tanto en el Senado como en radios y tevé, sino como hizo dos meses atrás, en Washington, delante de operadores e inversores neoyorquinos. Eso, dicen, terminó de convencer a los que se resistían a llevar a un peronista en la fórmula.
Por eso, cuando habla Pichetto todo es música para los oídos de funcionarios como Rogelio Frigerio (más acostumbrado a la rosca con el peronismo) o del propio Marcos Peña, un defensor a ultranza del estilo puro del PRO y sus aliados.
Pichetto, un peronista que acompañó todos los zigzagueos del PJ de las últimas tres décadas, venía haciendo méritos desde lo discursivo. Cuando la primera plana de Cambiemos lo vio en la última entrevista con Carlos Pagni, previa al anuncio, sólo faltaba ponerle la frutilla al postre. Pichetto coincide con Carrió -y así lo planteó públicamente- en que la Argentina definirá en octubre si quiere vivir en un sistema democrático o fuera de él.
Macri había charlado también con Jaime Durán Barba. El asesor ecuatoriano no es partidario de que los binomios electorales excluyan a las mujeres, pero ciertamente también tiene simpatías por Pichetto. Cuentan que, antes de pensar que podía integrar el dúo presidencial, había planteado que había que tenerlo en cuenta para un eventual segundo mandato. Lo mismo piensa de Juan Manuel Urtubey. El gobernador fue tentado por Macri en sus últimas visitas a Salta, pero la única promesa que se llevó es que no apoyará a Cristina en un eventual balotaje.
Pichetto fue el primer político que planteó públicamente que la Argentina debía revisar su política de inmigración y que, en ningún caso, debía aceptar delincuentes de países vecinos. Era una herejía para la política en boga desde los tiempos de Cristina y su cosmovisión de la patria grande (mal entendida, claro está). Macri aprovechó esa declaración de Pichetto para cambiar la política de inmigración, pero se quedó corto. "Les abrí un portón y solo usaron un rendija", decía Pichetto. Fue solo el principio. El senador se fue convirtiendo en la versión peronista de Patricia Bullrich (o ésta se convirtió en la versión Cambiemos de Pichetto), sobre todo cuando propone un combate frontal contra el delito y el narcotráfico. A Pichetto no lo sonroja tampoco propiciar una buena relación con los Estados Unidos, con Europa o con el Brasil de Jair Bolsonaro . Un pragmático que suele preguntarse, por ejemplo, por qué solo los argentinos cuestionamos la minería en un mundo donde países importantes (Canadá) o vecinos (Chile) han hecho de la minería un elemento importante de sus PBI.