- Región:
- Argentina
- Categoría:
- Sociedad
- Article type:
- Enfoques
Enuresis y Encopresis. Docentes incontinentes
'Qué lástima que la señorita Marta tiene un meado' vociferó la "Docente" encargada de ordenar la salida de los 140 alumnos. El patio de una Escuela Pública de William Morris, Provincia de Buenos Aires, estalló en risas filosas y burlas hirientes mientras Lucas, de 7 años, sintió desfallecer.
En Neuquén, 21 alumnos, niños de 8 años, soportaron una inmensa humillación y para justificarla, las autoridades del Colegio Sagrado Corazón escribieron a sus padres este repugnante texto: "Familias: En el día de la fecha, en dos oportunidades durante la tarde, un alumno de 3° se hizo caca encima. Después de interrogar a todos, ninguno reveló la necesidad de hacer caca, es que les solicitamos en el baño, que bajen sus pantalones para poder observar las piernas y detectar quién estaba sucio".
Me han llegado noticias acerca de la aceptación de los padres de los alumnos revisados compulsivamente, de los motivos que esgrimieron las autoridades del Colegio para su proceder.
Ellos, seguramente, tendrán sus argumentos para comprender. A mí me cuesta hacerlo.
No es mi estilo utilizar lenguaje escatológico, pero en esta oportunidad trato de ser fiel al lenguaje que estos Docentes han pronunciado con nuestros hijos. Digo nuestros pues creo en el criterio de que cada niño es hijo de la comunidad que compartimos, lo pienso aún con las disculpas y argumentos del caso.
Docentes incontinentes, incapaces e sensibles. Ignorantes frente a niños y niñas con probables síntomas de Enuresis y Encopresis.
La enuresis es la acción de orinarse de manera involuntaria dentro de una edad en la que ya tenemos control de vejiga.
La Encopresis consiste en hacer deposiciones involuntariamente en lugares no adecuados para ello, en una edad en la que ya hay control al respecto.
Nuestros pequeños quedan a merced de personas con limitadísimas herramientas educativas y escasos saberes.
"Siempre le inculco a mi hija que nadie le tiene que ver sus partes íntimas y ellos se lo hicieron", dijo Patricio, padre de una de las nenas.
"Los hicieron pasar de a uno al baño y que se bajaran los pantalones. La maestra y la portera vieron si tenían caca en las piernas", relató una mamá al borde del llanto. Muchos pequeños humillados no quisieron ir a la escuela los días posteriores.
Autoridades de Educación neuquinas prometieron investigaciones y sanciones a las autoridades académicas y al dueño del Colegio. Este respondió que no tenían presupuesto para contratar personal que acompañe a los chicos al baño "cada vez que se les ocurre".
Quiero estar equivocada, pero el discurso de las autoridades neuquinas me suena vacío.
¿Alguien mira bien que está pasando en el proceso de formación de quienes quedan a cargo de nuestros chicos?
Cómo estas personas encargadas de formar a quienes quedarán al frente del país en pocos años, están preparadas para el trato y contención en personitas de entre seis y diez años que pueden manifestar con pis y caca otras dolencias físicas y psíquicas emergentes por causas diversas.
Oír el silencio atronador frente al pis y la caca de chiquitos en problemas, de dirigentes sindicales que hablan a los gritos reclamando Derechos y salarios que no juzgo. Encontrar silencio donde debe haber preocupación por ser mejores educadores, abrigos para nuestros pequeños herederos del mañana.
Autoridades de excusas vacías.
Nuestra educación está en crisis. Casi la mitad de los alumnos abandonan en distintas etapas. La mitad que sigue, lo hace con escasos incentivos en carreras con olor a naftalina de un sistema que muestra síntomas de fatiga.
También, estos héroes habitantes de aulas hostiles pueden ser incomprendidos y puestos en ridículo.
Queridos maestros, presten atención y repitan conmigo: Enuresis y Encopresis. Ahora vayan a casa y estudien para mañana. Les tomaremos lección. Lo haremos con amor y ganas de aprender.