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Cuestión de género: cambiar el mundo depende de todos
Las cifras de la desigualdad de género son contundentes en todos los ámbitos y sectores en donde queramos analizarla. Cualquier fuente en la que confiemos arroja números estremecedores. El tiempo de hacer diagnóstico llegó a su fin, es hora de empezar a actuar.
Hoy es “El día de la mujer” pero – en clave revolucionaria- podemos identificarlo de manera mucho más justa y esperanzadora como 8M.
Hace meses que muchos empezaron a preguntarse qué acción tomar para este año, que no es como el anterior, ni como su antecesor y mucho menos como el anterior a ese.
“Este año más que cualquier otro debería resultar abrumadoramente obvio que el 8 de Marzo no es un día para celebrar, ni para festejar ni para decirle a ninguna mujer “Feliz día”, solo por el hecho de ser mujer. Es un año para dejar de analizar y empezar a cambiar las cosas, cada uno desde su lugar. Cambiar el mundo es una tarea de todos”, dice Rocío Restaino, miembro del staff de Lean in Latam, la agrupación de Sheryl Sandberg, COO de Facebook que lidera un movimiento feminista de escala global con foco en el liderazgo de las mujeres en el mundo corporativo.
“En el mundo de las marcas pero también entre muchas personas encuentro algo en común: cada vez más los que ya entendieron que hay que hacer cambios de raíz pero en general son pocos los que saben realmente por dónde empezar.”
Compartimos 3 puntos de partida que pueden servir como ideas para quienes quieran colaborar con la construcción de un mundo mucho más equitativo y justo para todos, empezando a partir de este instante. Como dice la frase celebre del movimiento feminista en Estados unidos, “time is up”. El tiempo es ahora.
1. “Varones y mujeres”, en lugar de “hombres y mujeres”.
La forma en la que nos expresamos verbalmente, el lenguaje, está directamente relacionada con la forma en la que construimos conocimiento, es decir la forma en la que pensamos. Detenernos a analizar las palabras que usamos de manera natural puede ser muy útil para generar cambios pero también para darnos cuenta que los estereotipos de genero están totalmente naturalizados en nuestra cultura. “Los declaro marido y mujer”, dicen en Argentina cuando una pareja heterosexual contrae matrimonio y es una frase interesante para analizar porque plantea una diferencia muy significativa respecto a la misma frase en inglés, por ejemplo: “I declare you husband and wife”. El lenguaje castellano no tiene una categoría particular para este evento. Sencillamente miles de mujeres son declaradas oficialmente mujeres cada día en los registros civiles del país, a partir de su matrimonio con un varón, que en el mismo acto no se reciben de varones sino de maridos.
Es necesario cambiar el lenguaje para cambiar la forma en que las nuevas generaciones piensan en la cuestión de género. En este sentido un punto de partida sería reemplazar la noción de “hombres” por “varones” cada vez que nos queramos referir a una persona humana de género masculino es un gesto absolutamente simple, apto para cualquier tipo de persona, filosofía y posición política. No encierra mayores desafíos.
Es un cambio fácil e inmediato y puede generar una transformación realmente significativa en muy poco tiempo. Lo cierto es que La Real Academia Española admite las dos formas de referir al género masculino –hombres y varones- por lo tanto la idea de usar mucho más la categoría “varones” nos permitiría reservar el nombre de la especie animal a la que pertenecen todas las personas humanas, justamente para hablar representar al total de individuos por igual.
La guía discursiva de la Unesco puede aportar más ideas para implementar un uso del lenguaje no sexista. http://unesdoc.unesco.org/images/0011/001149/114950so.pdf
2. “A algunas mujeres”, en lugar de “a todas las mujeres”.
Según datos oficiales del Banco Mundial la población de mujeres en el mundo es de 49,55%. Si entendemos que al hablar de mujeres estamos hablando –por ser simplista- de la mitad de habitantes del planeta, resulta evidente que difícilmente podamos encontrar algo que les quede a todas por igual. No existe tal cosa como “a todas las mujeres les gusta…” o “todas las mujeres quieren…” o “todas las mujeres son…”.
Las generalizaciones son, además de incorrectas, sumamente dañinas por eso una buena forma de empezar a adoptar una perspectiva de género en la vida cotidiana es dejarlas de lado. Reemplazar la idea de “a todas las mujeres les gusta el rosa” por “a algunas mujeres les gusta el rosa” habilita por un lado, la posibilidad de que a algunas no les guste ese color y por otro también habilita a que a “algunos varones” también pueda gustarle.
Abandonar las generalizaciones para usar un lenguaje un poco más particularizado nos ayuda, como sociedad, a dar cuenta de la diversidad y ese puede ser un buen principio para des-construir estereotipos de género.
3. no reirse del chiste que refuerza estereotipos de género, sugiere la ONU Mujeres.
“Algunos chistes no son cómicos. Enfrenta el discurso discriminatorio rehusando a responder, deliberadamente dando la espalda, o recordándole a todos/as que el lenguaje ofensivo crea un ambiente tóxico.” Esta recomendación es especialmente importante en Argentina, donde la cultura ha sido forjada por humoristas y formas de entretenimiento absolutamente desfasados de la cuestión de género vigente en los tiempos modernos.
Es sabido que el uso del humor es un recurso que permite naturalizar cuestiones polémicas de manera sutil pero duradera, por eso es importante poder tomar conciencia de qué es lo que realmente estamos celebrando cuando nos reímos de un chiste. Una humorada que descalifique al otro, que exponga su inferioridad, que recuerde que su libertad no es absoluta no colabora con el movimiento global que pretende desarmar los viejos estereotipos de género.
No, las mujeres no manejan peor que los varones por el solo hecho de ser mujer.
No, a las chicas rubias no les falta agilidad mental solo por ser rubias, como cantaba Luca Prodan en los años ´80.
No, la belleza no es enemiga de la inteligencia, ni de la fuerza.
“No todos los hombres quieren hacer trabajo físico. No todas las mujeres quieren tomar notas. Rota las responsabilidades de las tareas comunes y asegura que todos/as tengan la oportunidad de ayudar.” Otro de los consejos que brinda ONU Mujeres para implementar especialmente en ámbitos laborales.