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- Argentina
- Categoría:
- Sociedad
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En Argentina la comunidad taiwanesa despertó por primera vez los botes del dragón en Sudamérica
La ceremonia contó con la presencia del embajador Huang, Lien-Sheng y la dirección de la ceremonia a cargo de la maestra Man Jang del Templo Fo Guan Shan
Uno de los siete festivales más importantes de Taiwán, el Festival de Botes de Dragón pasó la frontera y llegó a Argentina.
En Delta Point del Municipio de Tigre, se realizó bendición de los primeros botes de dragón de Sudamérica, para seguir los pasos de la tradición y respetar las costumbres ancestrales.
La ceremonia contó con la presencia del embajador Huang, Lien-Sheng y la dirección de la ceremonia a cargo de la maestra Man Jang del Templo Fo Guan Shan.
La elección del dragón como la figura ornamental del bote no es azarosa. Según la creencia, este mitológico ser es el rey del mundo marítimo y un símbolo de buenos augurios en las tradiciones. La ceremonia consiste en pintar los ojos de dragón de un nuevo bote para simbolizar el despertar de los ojos del dragón permanecían dormidos y cerrados.
Así, la bendición de los barcos nuevos que salen a la mar es considerado ritual ineludible para garantizar una navegación segura al abrigo de la protección del mítico dragón.
A través de esta actividad no sólo dará a los botes la protección de navegar, también unió las tradiciones milenarias orientales y las disciplinas deportivas occidentales, siendo los primeros botes e dragón de Sudamérica, cumplirá su papel como el promotor de intercambio cultural entre los continentes sudamericano y asiático.
Festival de Botes de Dragón en Taiwán
Cada año, el quinto día de la quinta luna, según el calendario lunar, los chinos celebran el solsticio de verano de una forma muy particular.
El más conocido es el Festival de los Botes Dragones o Tuang Wu Chieh (cuando empieza el verano) es una combinación de historia, mito, leyenda y costumbres. La tradición, sin embargo, tiene su origen en un relato más bien triste, cuyo protagonista fue el poeta Chu Yuan.
El embajador Huang, Lien-Sheng, Director General de la Oficina de Taipei en Buenos Aires, señaló: "seguramente muchos de Uds., conocen a Taiwán por el avance de la tecnología. Taiwán, por ejemplo, nueve de cada diez notebooks que se consumen en el mundo son fabricados en mi país, varios de los componentes del iPhone 6 y 7 se produjeron en el suelo Cabe de recordarles a Uds. que no se olviden, Taiwán es también propietaria de una cultura milenaria. Como lo que les presentamos hoy aquí en Delta Point, el Festival de Botes de Dragón es uno de los siete festivales más importantes de nuestro país, que se celebra el 5° día del mes de mayo del calendario lunar. Este festejo combinó historia, mito, leyenda y costumbres, aunque tiene su origen en un relato más bien triste, cuyo protagonista fue el poeta Chu Yuan. La ceremonia de hoy consiste en pintar los ojos de dragón de un nuevo bote para simbolizar el despertar de los ojos del dragón que permanecían dormidos y cerrados. La elección del dragón como la figura ornamental del bote no es azarosa. Según la creencia, este mitológico ser es el rey del mundo marítimo y un símbolo de buenos augurios en las tradiciones, por eso consideramos que, con la bendición los barcos salen a la mar con la garantía de una navegación segura al abrigo de la protección del mítico dragón. Argentina y Taiwán son dos países geográficamente distantes, pero como siempre decimos “tan lejos, tan cerca”, la competencia de botes de dragín que conocemos en Taiwán como una tradición, acá en Argentina lo vemos como una disciplina de deporte. Digo, buena combinación esta unión de la cultura oreintal y el deporte de occidente, no les parece? Es nuestro deber de estrechar los lazos y promover para que ambos pueblos se conocen, y las experiencias nos dicen que la mejor manera es a través de los intercambios culturales. Y aquí les trajimos este ejemplo. a través del remo para conocer la historia y la tradición de la China Milenaria".
Corría el siglo IV a.C., el emperador no apreciaba las ideas políticas de Chu Yuan, debido a que ministros deshonestos realizaban diversas maniobras para descalificarlo y manchar su honor. Finalmente, Chu Yuan, preocupado y triste por su país y su pueblo, decidió suicidarse arrojándose a un río atado a una roca. Al enterarse, el pueblo se dirigió a las orillas para recordarlo, y preparó los tamares de arroz (zongzi) para lanzarlos al río, con el fin de evitar que los peces consumieran el cuerpo del poeta. Mientras, los pescadores navegaban sobre sus botes para buscar el cadáver de Chu Yuan en las aguas.
Poco a poco, se empezaron a institucionalizar los homenajes en honor a Chu Yuan y a añadir más y más elementos folclóricos. Como el desaparecimiento coincidió con el día siguiente del solsticio de verano, la fecha fue adquiriendo también un carácter festivo. Además, la celebración que al principio tenía lugar sólo en el sur de China, pronto se extendió a otras regiones.
Las actividades más populares de esta fiesta son las competiciones en bote. Las calles se llenan de color con un desfile de canoas bellamente ornamentadas que son luego lanzadas al río más próximo para una competencia de destrezas y simple jolgorio. En todo los lugares de Taiwán, como el río Danshuei de Taipei, Bitan, Lugang de Changhua, el río del amor en Kaoshiung, etc, hay competiciones de esta índole.
Con tiempo, al igual que en la Navidad occidental, se preparan comidas típicas como el zong zi (粽子), paquetito de arroz envuelto en hojas de caña de bambú, cuya receta varía de una región a otra.
Por otra parte, el pueblo cree que el quinto mes del calendario lunar es un mes de mala fortuna. Para alejarse de lo dañino, lo tóxico, lo maligno, se bebe vino Xionghuang (vino de rejalgar), se colocan en las puertas hierbas llamadas Changpu y Aizao (cálamo, artemisa), y se lleva siempre consigo un Xiangbao (bolsita con sustancias aromáticas).
Otra costumbre interesante es aquélla en la que se trata de colocar el huevo en posición vertical. Si una persona logra esta meta, tendrá buena suerte todo un año.