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Consejo de Seguridad condenó lanzamiento de misil norcoreano
El Consejo de Seguridad ONU condenó el lanzamiento del misil realizado por Corea del Norte. Señaló la infracción de seis de sus resoluciones y advertió sobre su disposición a tomar "medidas significativas" contra Pionyang.
El Gobierno de Kim Jong-un consideró un éxito el lanzamiento de un misil de medio alcance que cayó en el Mar de Japón. Tras la mencionada prueba, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió de urgencia. La Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA) aseguró que el domingo se probó con éxito el sistema estratégico Pukguksong-2 y añadió que el dirigente norcoreano Kim Jong-un estuvo presente en el lanzamiento, según reprodujo la agencia surcoreana Yonha.
"Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU han condenado de forma severa los últimos lanzamientos de misiles balísticos realizados el 12 de febrero de 2017 (hora local) y el 19 de octubre de 2016", señala un comunicado aprobado por los países miembros del Consejo de Seguridad. "Dichos lanzamientos son una infracción grave de las obligaciones internacionales de Corea del Norte respecto a las resoluciones del Consejo de Seguridad 1718, 1874, 2087, 2094, 2270, 2321", especifica el documento.
La prueba balística que llevó a cabo Pyongyang a primera hora de la mañana fue el primer lanzamiento de un misil desde el pasado octubre. De este modo, se trata también de la primera demostración de fuerza de Corea del Norte con Donald Trump en el poder. La prueba se realizó cuando el primer ministro nipón, Shinzo Abe, está de visita en Washington, donde se reunió el pasado viernes con el nuevo ocupante de la Casa Blanca. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, calificó la acción de Corea del Norte como “absolutamente intolerable”. Sus comentarios tuvieron lugar en una conferencia de prensa junto al presidente estadounidense Donald Trump, durante una visita a la residencia del mandatario en Florida. “Corea del Norte debe cumplir totalmente con las relevantes resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”, dijo el líder japonés. Trump y Abe dieron una conferencia de prensa en la que exigieron a Corea del Norte detener sus acciones. Tokio y Washington están juntos "al cien por cien", aseguraron los mandatarios. Además, la UE consideró "provocador e inaceptable" el lanzamiento y aseguró que estudiará la respuesta junto a la comunidad internacional. Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, exigió a Pyongyang que se abstenga de futuras "provocaciones" que "socavan la seguridad regional e internacional". La prueba norcoreana fue interpretada ampliamente como un desafío a la administración Trump.
Donald Trump, en principio, reaccionó de forma comedida y ateniéndose a las mismas pautas que había adoptado en estos casos la administración de Barak Obama. Este lunes en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, demostró que pretende dar una respuesta contundente a las acciones de Corea del Norte: "Obviamente, Corea del Norte es un gran problema y vamos a tratarlo de forma muy contundente", declaró el presidente estadounidense.
Vale esperar que el enfrentamiento tome su punto álgido con las próximas maniobras conjuntas que celebrarán los ejércitos de EEUU y Corea del Sur en marzo, que siempre provocan una violenta gesticulación verbal por parte de Pyongyang. Bajo el mandato de Kim Jong Un, Corea del Norte mantuvo una expansión acelerada de su programa nuclear y de misiles, llegando a disparar más de 20 cohetes durante el último año, todo un récord desde que la nación asiática comenzó a probar este tipo de armamento en 1993. Corea del Sur se encuentra inmersa en una profunda crisis política y a la espera de que el Tribunal Supremo decida si confirma la recusación de la presidenta Park Geun-hye, lo que abocaría al país a nuevas elecciones. La crisis de la Península podría convertirse en un monumental embrollo para Washington ya que además de tener en cuenta la posible reacción de Corea del Norte también debe contar con la influyente posición de China, que todavía sigue siendo el principal aliado de Pyongyang. Desde EEUU esperan que Washington incremente su presión sobre China para que este país ayude a controlar a Corea del Norte.