Región:
Europa
Categoría:
Sociedad

Italia busca deportar más inmigrantes ilegales en menor tiempo

El premier Paolo Gentolini impulsa nuevas medidas para controlar la crisis migratoria que azota el país.

Tras el atentado en Berlin, perpetrado por un inmigrante proveniente de Tunez que había permanecido un tiempo en una cárcel italiana, y otra revuelta que explotó a principios de esta semana en un centro de refugiados, el premier Paolo Gentolini, impulsa nuevas medidas para controlar la crisis migratoria que azota el país.

Después de atender la emergencia en el mar Mediterráneo, y salvar a los más de 180.000 migrantes que zarparon de África en 2016, Italia se enfrenta una escalada de tensión en su política migratoria. El nerviosismo se multiplicó después de saber que Anis Amri, sospechoso del atentado yihadista de Berlín, entró a Europa por Lampedusa en 2011, estuvo en un centro de menores en Catania y en la prisión de Ucciardone, en Palermo, y llegó a Milán de nuevo tras el atentado, donde fue abatido por la policía. La presión aumentó la madrugada del martes, con una revuelta en el centro de migrantes de Cona, cerca de Venecia, después de que una mujer de 25 años embarazada y de Costa de Marfil muriera tras esperar seis horas a que llegaran los servicios de emergencia.

El Estado italiano trató, hasta ahora, de mantener un equilibrio y se esfuerza por hacer frente a las llegadas masivas, que en los últimos tres años rondan el medio millón de personas, pero los problemas se multiplican, el sistema está saturado y muchos migrantes quedan fuera de esta vía oficial. Ante este marco el ministro del Interior, Marco Minniti, presentó este jueves una hoja de ruta con medidas para mejorar la eficiencia de la gestión del flujo migratorio. La principal es la constitución de centros de identificación y expulsión en todas las regiones. Estos tendrán una capacidad máxima de 100 personas cada uno, en un intento de no crear macroestructuras que presenten graves dificultades logísticas. El Ejecutivo también persigue la firma de acuerdos bilaterales de deportación con Estados africanos.

El plan elaborado será sometido a votación en el Parlamento en las próximas semanas, la intención del Ejecutivo de Paolo Gentiloni, que sustituye en el cargo a Matteo Renzi desde que presentó su denuncia por el fracaso en el referéndum del 4 de diciembre, es quintuplicar los centros de control existentes. El plan también incluye la identificación de cada una de las personas que llegan a Italia para proseguir su camino hacia Europa y el aumento y la aceleración de los procesos de repatriación de inmigrantes ilegales. De esta manera, el Gobierno italiano trata de contener la inmigración ilegal en un momento en el que Europa se enfrenta al gran desafío del drama de los refugiados.