Donald Trump anunció un paquete de medidas para los primeros 100 días de su mandato.
El más importante indica que Trump retirará a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Libre Comercio. La alianza económica estrella de Obama que no se atrevió a llevar al Congreso por la oposición republicana, firmada el año pasado por 12 países del Pacífico que representan el 40% de la economía mundial. Para Trump el TPP es un desastre potencial para los intereses de Estados Unidos. A cambio impulsará tratados bilaterales justos para crear riqueza y trabajo dentro de las fronteras norteamericanas. El anuncio ya ha tenido las primeras reacciones. Shinzo Abe, primer ministro de Japón, dice que el tratado no tiene ningún sentido sin Estados Unidos.
Trump señaló que “en la producción de acero, en la fabricación de autos, o en la cura de enfermedades, quiero que la futura generación de producción e innovación suceda aquí, en nuestra gran tierra, Estados Unidos, y sirva para crear bienestar y trabajo para los trabajadores estadounidenses”. Y agregó que “como parte de este plan, he pedido a mi equipo de transición que desarrolle una lista de acciones ejecutivas que podremos tomar desde el primer día para restaurar nuestras leyes y crear nuevos empleos” Acto seguido, anunció como prioridad su intención de retirar al país del TPP, algo que ya había prometido durante la campaña y que ayer calificó como “un potencial desastre”. Dijo que cuando asuma, el 20 de enero, buscará negociar en cambio “tratados comerciales bilaterales justos” que generen empleos para el país.
El TPP es una iniciativa que ha sido impulsada por Barack Obama y que está suscripto por doce naciones de Asia y América pero excluye a China, un intento para frenar la expansión comercial del gigante asiático. Además de Estados Unidos figuran Australia, Canadá, Chile, México y Perú, entre otros. La Argentina buscaba, en el marco del Mercosur, sumarse a esa iniciativa como “un puente” entre el Atlántico y el Pacífico. El pacto no ha sido ratificado todavía por el Congreso estadunidense, donde ha encontrado una fuerte oposición de parte de los legisladores republicanos. El TPP prevé un período de dos años para su ratificación por los parlamentos, pero para su entrada en vigor es necesario que los firmantes representen, al menos, el 85 % del PIB del bloque. La retirada de EE.UU. es un serio golpe para la puesta en vigor del tratado.
Durante su campaña, Trump había denunciado que ese tratado comercial, al igual que el NAFTA, generaría una invasión de productos importados y el desplazamiento de fábricas hoy radicadas en Estados Unidos hacia otros países con menores costos. Con ese mensaje, el republicano ganó millones de votos en el cinturón industrial del país, en estados como Ohio, Pennsylvania, Indiana y Michigan, afectados por la desindustrialización.
En el plano migratorio, Trump anunció que una de sus medidas iniciales será pedir al Departamento de Trabajo que “investigue todos los abusos de programas de visas que socavan las oportunidades de los trabajadores estadounidenses”, sin aportar detalles. Trump ya ha venido anunciado su intención de deportar del país a los inmigrantes que tengan un pasado criminal, pero el anuncio de hoy está ligado a programas como el ingreso de técnicos especializados en campos como el tecnológico.
Trump no hizo mención a la construcción de un muro en la frontera con México, a la derogación del plan de salud de Obama, ni a su millonario megaplan de infraestructura, tres iniciativas de campaña que requieren la aprobación del Congreso. El millonario se irá mañana a pasar los feriados de Acción de Gracias en Florida. Se estima que allí seguirá la tarea de construcción de su gabinete.