Las empresas eléctricas de Japón han dado a conocer sus objetivos de reducción de CO2, ya que es este sector el mayor emisor de gases de efecto invernadero del país.
Un grupo industrial que incluye las principales empresas de electricidad de Japón anunció que recortaría las emisiones un 35 % para 2030. Este objetivo hace referencia a la cantidad de gases emitidos al generar un kilovatio-hora de electricidad.

El grupo afirma que los recortes respecto a los niveles de 2013 harán que se sitúen en valores de 2010, antes del accidente de Fukushima, cuando había 50 centrales nucleares en funcionamiento. Japón ha importado enormes cantidades de combustibles fósiles desde la crisis nuclear de 2011.

Para conseguir el objetivo, las empresas tendrán que generar más electricidad procedente de fuentes renovables y volver a poner en funcionamiento algunas centrales nucleares.