Refirió que la CIA perdió el control sobre su "entero arsenal" de ciberarmas "en un acto histórico de incompetencia devastadora". Del “arsenal” en poder de WikiLeaks se resguardará, "por razones obvias", los millones de códigos de piratería electrónica de las ciberarmas, virus, troyanos y demás 'malware', y se limitará a hacer pública la información sobre ellas, según el periodista australiano. Las herramientas de piratería electrónica desarrollada por la CIA pueden controlar e inhabilitar los dispositivos de los usuarios por todo el mundo, así como insertar y extraer información de ellos. Assange realizó duras críticas a la agencia por crear todo un arsenal cibernético y guardarlo en un solo lugar, algo que acabó provocando la filtración. WikiLeaks compartirá los detalles sobre las herramientas de 'hackeo' de la CIA con empresas de la industria tecnológica antes de hacer pública información sobre aquellas. Assange considera urgente crear un 'antídoto' frente estas armas de la CIA. En suma, lo que pretende el portal es aumentar el conocimiento sobre estas armas en manos de las agencias de Inteligencia para que se cree una 'convención de Ginebra digital' que proteja a la población civil de los ciberataques. De la filtración de WikiLeaks se desprende que los ciberataques de la CIA tuvo un carácter global, pero Assange hizo un llamado de atención sobre la raramente elevada actividad de la agencia dentro de EEUU. "Es insólito" para EEUU ver a la entidad "involucrarse de manera tan abierta en los asuntos domésticos", afirmó. "WikiLeaks está intrigado al ver este conflicto", señaló. Entre los documentos publicados figuran 22.000 directorios IP en el interior de EEUU, pero WikiLeaks no investigará si todos fueron objetos de ataques de la CIA. En respuesta a la rueda de prensa de Julian Assange, el portavoz de la CIA cargó contra el fundador de WikiLeaks, al que acusó de no ser "exactamente un bastión de la verdad ni de la integridad". Assange, en una comparencia desde la Embajada de Ecuador en Londres, donde vive refugiado desde 2012, atacó a la agencia por haber creado las herramientas para someter a control teléfonos, ordenadores y televisores conectados a Internet y luego habérselas dejado robar, "ahora pueden estar en manos de cualquiera", señaló. El programa filtrado, siempre según versión de Assange, contiene datos de 2013 a 2016 y recoge la artillería tecnológica desarrollada por los servicios secretos para infiltrarse a través de Internet en todo tipo de aparatos domésticos y convertirlos en sirvientes, incluso con escuchas. Las debilidades de los IPhone de Apple, el Android de Google, Windows de Microsoft o las pantallas de Samsung habrían sido detectadas y aprovechadas con este fin. "Es el mayor arsenal de virus troyanos del mundo. Puede atacar a casi todos los sistemas. No lo protegieron, lo perdieron y trataron de ocultarlo. ¿Por qué la CIA no ha actuado más rápidamente con Apple y Microsoft? ¿Por qué no ha ofrecido las herramientas para nos pudiéramos proteger", denunció Assange. Los expertos que estos días revisaron la filtración señalan que su contenido corresponde a datos de segundo orden, algunos muy antiguos y otros relacionados con debilidades conocidas de los sistemas e incluso ya resueltas. No se trataría, según The New York Times, de documentos clasificados como alto secreto, ni de tecnología nueva, sino de un arsenal conocido entre académicos y especialistas en seguridad. Se cual fuera el caso, los 8.761 archivos liberados por Wikileaks (7.818 páginas web y 943 documentos adjuntos) significan un gran golpe a la CIA. En un momento de enorme tensión por el escándalo del espionaje ruso, quedó al descubierto una falla preocupante en uno de los centros más sensibles de la seguridad estadounidense.