Región:
Europa
Categoría:
Sociedad

Crisis migratoria en Europa: Bruselas pide expulsar a un gran volumen de migrantes

Mientras la canciller alemana, Angela Merkel, viaja al norte de África, donde tratará temas como la migración y el desarrollo en la región, la Comisión Europea insta a los Estados miembros a expulsar a un volumen grande de migrantes irregulares.

Como parte de sus esfuerzos para limitar los flujos migratorios hacia Europa a través del norte de África, la canciller alemana Angela Merkel se reunió este jueves con el presidente de Egipto, Abdel Fattah Al Sissi. Merkel se enfrenta a una presión cada vez mayor en su país para reducir el número de solicitantes de asilo que llegan a Alemania, desde 2015 el país acogió a más de 1 millón de migrantes. A su vez los temores del público en Alemania se acentuaron como resultado de atentados yihadistas en Europa, el año pasado, especialmente el mortal ataque con un camión en un mercado navideño de Berlín, en diciembre, atribuido al inmigrante tunecino Anis Amri. En respuesta al gran número de personas que continúan emprediendo la peligrosa travesía por el mar Mediterráneo, el gobierno de Merkel ya ha instado a los estados del Magreb y a Egipto a intensificar los controles fronterizos y a acelerar las repatriaciones de solicitantes de asilo rechazados. En declaraciones en su último podcast semanal, Merkel dijo que "sin una estabilización política de Libia, no podremos detener a los traficantes de personas que operan fuera de Libia y que son los responsables de la mayoría de las llegadas de inmigrantes a Italia." "Egipto, como institución regional, como potencia regional, desempeña un papel importante aquí, al igual que Argelia y Túnez", añadió el canciller. Mientras Merkel, en pleno año electoral, intenta despegarse de la preocupación que trae consigo su política de puertas abiertas, Bruselas pidió expulsar a más de un millón de migrantes “sin papeles”. La Comisión Europea instó a los Estados miembros a expulsar migrantes irregulares, según el plan para acelerar retornos de extranjeros presentado este jueves. Casi dos años después de lanzar la idea del reparto de refugiados como principal alivio a la crisis migratoria, Europa parece cambiar sus políticas y centrarse en las expulsiones y en el freno a las llegadas. Para elevar esas tasas de expulsión, el comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos solicitó que se aplique la principal recomendación que contiene esta iniciativa: ampliar los periodos de detención de los migrantes irregulares. “En algunos países, los periodos legales son muy inferiores a los que permite la directiva europea. No bastan para completar los procesos de readmisión de esos migrantes”, argumentó el comisario. Bruselas trata de intensificar esta dinámica de deportaciones al tiempo que incide en la necesidad de proteger a los demandantes de asilo (aquellos que huyen de guerras o de persecución). “Los retornos son parte de las políticas migratorias y no se aplican con la efectividad que deberían”, argumentan esas fuentes oficiales. En la actualidad, la UE logra deportar a un 36% de los migrantes con órdenes de expulsión, según datos de la oficina estadística comunitaria Eurostat. Esa cifra, relativa a 2015, representa incluso un mínimo descenso respecto a la de 2014. Y el dato se queda en un 27% si se excluyen las expulsiones a los países de los Balcanes, con los que la UE tiene firmados acuerdos de readmisión que facilitan el proceso. Con esta pronunciación, Merkel suma una presión más a la política y social que debe enfrentar en su país. Pero, a su vez, las negociaciones con los países del norte de África sobre la inmigración se ven empañadas en gran parte por las violaciones contra los derechos humanos. Judith Sunderland, directora de Human Rights Watch para Europa y Asia Central, dijo que "garantizar los rendimientos seguros y rápidos de tunecinos y egipcios que no necesitan protección es legítimo, siempre y cuando los procedimientos sean justos". "Otra cosa enteramente distinta es buscar acuerdos deshonestos que podrían atrapar a los solicitantes de asilo y a los migrantes de otros lugares en países como Túnez y Egipto, países que no pueden garantizar un tratamiento decente o un acceso justificado al asilo", añadió.