Este viernes será el inicio oficial del encuentro de jefes de Estado y gobierno de los países desarrollados y emergentes, que se extenderá hasta el sábado. Ayer arribó una visita polémica: el príncipe saudí Bin Salmán. Un organismo internacional pidió a la Justicia que lo detenga por el crimen del periodista Khashoggi.

Ya empezaron a arribar al país los líderes mundiales que participarán desde mañana en la cumbre del G 20. Y el primero en aterrizar en Buenos Aires fue el más polémico: se trata del príncipe Mohammed Bin Salman de Arabia Saudita, acusado, entre otros crímenes, de ordenar el asesinato de un periodista del Washington Post en el consulado saudita en Estambul el mes pasado. El segundo en llegar era el presidente francés, Emmanuelle Macron, que hoy se verá la mediodía con Mauricio Macri.

Bin Salam aterrizó después de las 7:00 en el Aeropuerto de Ezeiza. En la Ciudad ya empezó a desplegarse ayer el megaoperativo de seguridad que alcanzará su plenitud hoy. Gran cantidad de efectivos policiales se hicieron presentes ayer en calles céntricas, incluso con vallas, retenes y controles, en la Costanera , donde se llevará a cabo la cumbre, en el teatro Colón, donde habrá una gala para todas la delegaciones, en Retiro –zona de hoteles–, y en el área de la Embajada de Arabia Saudita.

Es la primera vez que Sudamérica es sede del G20, el principal foro internacional para la discusión de temas económicos, financieros y políticos.

El grupo está compuesto por la Unión Europea (como ente) y 19 países: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía.

Juntos representan el 85% del producto bruto global, dos tercios de la población mundial y el 75% del comercio internacional.