Región:
Asia
Categoría:
Economía

Zona de Libre Comercio de Shanghai pionera en las reformas para el resto de China

Una preocupación principal es que la liberalización del control existente podría incrementar la exposición a los riesgos importados y son necesarios los mecanismos efectivos para mantenerlos controlados

La zona piloto de libre comercio de China (ZLC) en Shanghai no sólo es un lugar con regulaciones especiales, sino que también es pionero en las reformas para el resto del país, a juicio de varios funcionarios y expertos.

Desde que la zona fuera establecida el septiembre pasado, la comunidad corporativa ha tratado de beneficiarse del prometido ambiente internacional estándar de comercio, mientras que las autoridades de otras partes del país, que desean su propia ZLC, han estado observándola de una manera envidiosa.

Hasta el momento, según consta al menos 20 gobiernos locales han presentado propuestas para establecer zonas similares reclamando su ventaja "única".

El frenesí por la ZLC se inicia antes de la inauguración de la de Shanghai. El año pasado, la provincia meridional china de Guangdong anunció una actualización de sus "zonas económicas especiales de desarrollo", llamándolas "zona de comercio" y alardeando de una conexión sin rivalidad con la vecina Hong Kong.

Este año, más provincias chinas se han preparado para unirse al grupo. La ciudad costera de Qingdao, en la provincia septentrional de Shandong quiere sacar partido de su proximidad a Japón y la República de Corea, y la ciudad de Xiamen, en la provincia oriental de Fujian, desea lo mismo con la isla de Taiwan. Entre tanto, la municipalidad suroccidental de Chongqing defiende que abrirá la vasta región occidental.

A pesar de todas las propuestas, las autoridades chinas no han dado señales de que intenten aprobar otra zona similar.

Durante un foro celebrado el pasado martes sobre innovación financiera en Shanghai, los funcionarios de esta metrópoli y de la ZLC reiteraron la implicación de experimentos en la zona y añadieron que sólo tienen sentido en el caso de que las mejores prácticas de la zona se pueden aplicar en otros lugares del país. El éxito de la ZLC depende de la creación de un sistema que se pueda reproducir.

Con el fin de garantizar su éxito, el teniente alcalde de Shanghai, Tu Guangshao, aseguró que las actividades en la zona deben corresponder al plan de reforma para todo el país y las pruebas de la zona deben realizarse con prudencia.

Una preocupación principal es que la liberalización del control existente podría incrementar la exposición a los riesgos importados y son necesarios los mecanismos efectivos para mantenerlos controlados.

El Banco Popular de China, el central del país, ha exigido a las entidades bancarias chinas que establezcan unidades de cuenta separadas para abordar las transacciones de capital transfronterizas en la zona. La transferencia de yuanes, la moneda china, de estas cuentas a las otras del país está limitada a las transacciones de cuenta corriente, los reembolsos de préstamos y la inversión no financiera.

Al reconocer los éxitos de la ZLC de Shanghai, Zhu Xiaoming, jefe ejecutivo de la Escuela Internacional de Negocios China-Europa, señaló que tanto las entidades financieras como las no financieras estudiadas por su escuela todavía están confusas. Aunque la facilidad del flujo de capital transfronterizo ha despertado el interés en la innovación, las empresas en la zona todavía temen a traspasar las líneas rojas regulatorias.

Zhu pidió a los reguladores que aborden el asunto de "la asimetría de información" entre los diseñadores de políticas y los participantes del mercado en la zona. Una de sus sugerencias es introducir una institución que actúe como una tercera parte que diseñe proyectos de orientación para las empresas.

fuente: Agencia de Noticias Xinhua de China